¿Quieres invertir en oro? Te hablamos de los FONDOS DE INVERSIÓN relacionados con el ORO.
A la hora de invertir en metales preciosos, como el oro o la plata, el potencial inversor puede elegir entre la inversión a través de oro físico (como hemos visto en este artículo) o a través de otro tipo de instrumentos financieros gestionados por profesionales.
Si el inversor busca aumentar posición en metales preciosos mediante la compra de acciones, deberá olvidarse de los valores de la Bolsa de Madrid y cruzar el charco a USA y Canadá, donde podemos encontrar numerosos valores bursátiles dedicados a la extracción de metales preciosos. Es el caso de Anaconda Mining (ANX), Alamos Gold (AGI), Yamana Gold (AUY) o Barrick Gold Corp. (ABX).
Otra de las opciones por la que puede optar el inversor son los Fondos de Inversión que tengan posiciones mayoritarias o simples en acciones relacionadas con el oro. El problema de invertir en acciones o en Fondos que utilicen acciones de empresas mineras de extracción de oro es que hay múltiples factores que afectan a su cotización independientemente del precio del oro, como el apalancamiento financiero, la calidad de sus activos o la propia gestión de la sociedad.
Algunos de los Fondos de Inversión en los que los particulares pueden depositar sus recursos económicos, expresados con su rentabilidad en el 2016, son los siguientes:
La diferencia entre las rentabilidades se debe a que no todos los Fondos invierten en los mismos valores ni siguen la misma filosofía inversora, por lo que se recomienda investigar qué tipo de posiciones poseen, así como su diversidad o el porcentaje de liquidez disponible.
Para evitar este tipo de distorsiones, algunos intermediarios financieros han desarrollado unos instrumentos financieros denominados ETF (Exchange Traded Funds), que son Fondos de Inversión indexados, pudiendo estar indexados al precio del oro físico, por lo que de esta forma se eliminaría el riesgo específico inherente a las acciones particulares, que están expuestas a los riesgos bursátiles y presentan unos mayores grados de apalancamiento, siendo mucho más volátiles.
Algunos analistas incluso apuntan que Bloomberg ha experimentado unos flujos aproximados de 1.800 millones de dólares, flujos similares a los experimentados a inicios del año pasado. Entre los ETFs cuyo valor depende de la cotización del oro podemos distinguir entre los ETFs que invierten en todo el elenco de materias primas (commodities), como LYXOR Commodities Thomson RE (-5,44%) o ETFs especializados exclusivamente en el oro, como iShares Gold Producers (27,04%).
Tanto los Fondos de Inversión con vocación minera como los ETFs que replican la cotización del oro están recibiendo altas aportaciones de capital netas debido a que en un escenario bajista han logrado, salvo escasas excepciones, rentabilidades positivas debido a la evolución del precio del oro. Por otra parte, la mayor parte de las fuentes consultadas coinciden en que esta tendencia va a acentuarse a lo largo del año 2016, debido a la alta volatilidad existente en los mercados financieros y a la delicada situación económica de algunas potencias, como Estados Unidos o China, ante la amenaza de una posible recesión estadounidense o la posible transformación estructural de la economía china.
Atendiendo al análisis técnico de la cotización del oro, podemos destacar la barrera de los 1.200 dólares por onza, cuya superación es clave para la posterior conquista de otras cotas más elevadas. En caso de no alcanzarse este nivel clave, la cotización podría caer en el corto plazo, por lo que la toma de posiciones bajistas podría ser una opción muy interesante para especuladores. La especulación en metales preciosos es más compleja que la realizada a través de otros activos financieros, caracterizados por poseer abundante información sobre la que apoyar la posición de los inversores.
El alcance de los niveles máximos de 2015, situados en torno a los 1.300 dólares, es posible si el contexto político y económico actual se mantiene o incluso se acentúa, por lo que la toma de posiciones alcistas puede retornar rentabilidades atractivas, controlando los riesgos en todo momento.
De todos modos, debemos estar pendientes de los movimientos de divisas como consecuencia de las políticas establecidas por la Reserva Federal de los EEUU (FED).
Si el inversor busca aumentar posición en metales preciosos mediante la compra de acciones, deberá olvidarse de los valores de la Bolsa de Madrid y cruzar el charco a USA y Canadá, donde podemos encontrar numerosos valores bursátiles dedicados a la extracción de metales preciosos. Es el caso de Anaconda Mining (ANX), Alamos Gold (AGI), Yamana Gold (AUY) o Barrick Gold Corp. (ABX).
Otra de las opciones por la que puede optar el inversor son los Fondos de Inversión que tengan posiciones mayoritarias o simples en acciones relacionadas con el oro. El problema de invertir en acciones o en Fondos que utilicen acciones de empresas mineras de extracción de oro es que hay múltiples factores que afectan a su cotización independientemente del precio del oro, como el apalancamiento financiero, la calidad de sus activos o la propia gestión de la sociedad.
Fondos de Inversión rentables relacionados con el oro
Algunos de los Fondos de Inversión en los que los particulares pueden depositar sus recursos económicos, expresados con su rentabilidad en el 2016, son los siguientes:
- Deutsche Invest I Gold and PM Eqs FC (3,65%).
- AmundiFdsEq Global Gold Mines AE – C (2,18%).
- EdRGoldsphere A (2,44%).
- Investec GSF Glbl Gold Acc USD (6,44%).
- Invesco Gold &PreciousMtls A (-2,8%).
- LO Funds – World Gold Expertise USD IA (-2,65%).
La diferencia entre las rentabilidades se debe a que no todos los Fondos invierten en los mismos valores ni siguen la misma filosofía inversora, por lo que se recomienda investigar qué tipo de posiciones poseen, así como su diversidad o el porcentaje de liquidez disponible.
Para evitar este tipo de distorsiones, algunos intermediarios financieros han desarrollado unos instrumentos financieros denominados ETF (Exchange Traded Funds), que son Fondos de Inversión indexados, pudiendo estar indexados al precio del oro físico, por lo que de esta forma se eliminaría el riesgo específico inherente a las acciones particulares, que están expuestas a los riesgos bursátiles y presentan unos mayores grados de apalancamiento, siendo mucho más volátiles.
Algunos analistas incluso apuntan que Bloomberg ha experimentado unos flujos aproximados de 1.800 millones de dólares, flujos similares a los experimentados a inicios del año pasado. Entre los ETFs cuyo valor depende de la cotización del oro podemos distinguir entre los ETFs que invierten en todo el elenco de materias primas (commodities), como LYXOR Commodities Thomson RE (-5,44%) o ETFs especializados exclusivamente en el oro, como iShares Gold Producers (27,04%).
Tanto los Fondos de Inversión con vocación minera como los ETFs que replican la cotización del oro están recibiendo altas aportaciones de capital netas debido a que en un escenario bajista han logrado, salvo escasas excepciones, rentabilidades positivas debido a la evolución del precio del oro. Por otra parte, la mayor parte de las fuentes consultadas coinciden en que esta tendencia va a acentuarse a lo largo del año 2016, debido a la alta volatilidad existente en los mercados financieros y a la delicada situación económica de algunas potencias, como Estados Unidos o China, ante la amenaza de una posible recesión estadounidense o la posible transformación estructural de la economía china.
Atendiendo al análisis técnico de la cotización del oro, podemos destacar la barrera de los 1.200 dólares por onza, cuya superación es clave para la posterior conquista de otras cotas más elevadas. En caso de no alcanzarse este nivel clave, la cotización podría caer en el corto plazo, por lo que la toma de posiciones bajistas podría ser una opción muy interesante para especuladores. La especulación en metales preciosos es más compleja que la realizada a través de otros activos financieros, caracterizados por poseer abundante información sobre la que apoyar la posición de los inversores.
El alcance de los niveles máximos de 2015, situados en torno a los 1.300 dólares, es posible si el contexto político y económico actual se mantiene o incluso se acentúa, por lo que la toma de posiciones alcistas puede retornar rentabilidades atractivas, controlando los riesgos en todo momento.
De todos modos, debemos estar pendientes de los movimientos de divisas como consecuencia de las políticas establecidas por la Reserva Federal de los EEUU (FED).
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