¿Quieres conocer cuáles son las emociones que pueden influir en el desarrollo de un negocio? ¡Te lo desvelamos en el siguiente artículo!
Un negocio es en sí mismo un proyecto que debe permitirnos alcanzar un fin. Esto sólo se logrará a través de las metas que nos vayamos marcando y de las estrategias que desarrollemos. Para alcanzar estos resultados, un paso clave consiste en asentar las bases que hagan que ese proyecto de negocio pueda resistir a los diversos embistes que seguro deberemos enfrentar. Uno de los aspectos clave que hay que tener presentes es que las emociones pueden influir de una forma decisiva en el correcto desarrollo de la actividad empresarial.
Este es un tema que se suele pasar por alto. Sin embargo, es uno de los más relevantes para que todo pueda llegar a buen puerto. Saber manejar nuestras emociones es algo con lo que antes o después tendremos que lidiar. Si aprendemos a tratar con los miedos, los temores, las angustias y el estrés, tendremos una buena parte de nuestro camino recorrido.
Para profundizar en este tema, vamos a ver algunas de las emociones básicas con las que se suele enfrentar todo emprendedor. El comprenderlas y el ser conscientes de que muchos otros emprendedores han pasado por ellas, nos ayudará a vencer nuestros miedos:
• La sensación constante de que todo va demasiado lento. Sobre todo en las primeras etapas de un proyecto.
• Como contraposición, también podremos llegar a tener vértigo, sintiendo que todo avanza a pasos agigantados y que perdemos el control de la situación.
• El síndrome del impostor. Consiste en pensar que todo lo que hemos aportado no ha servido para nada y que constituimos más una carga que una ayuda a la empresa.
• Los problemas para dormir debidos al estrés.
• La resistencia emocional ante aquellas tareas que se detestan.
• El vivir constantemente en una montaña rusa de emociones, ante éxitos y fracasos.
• La inseguridad y el miedo, que pueden llegar a paralizarnos, impidiendo que tomemos nuevas decisiones.
• La soledad del emprendedor, que siente que lucha solo por la causa, pese a estar rodeado de socios y trabajadores.
Este es un tema que se suele pasar por alto. Sin embargo, es uno de los más relevantes para que todo pueda llegar a buen puerto. Saber manejar nuestras emociones es algo con lo que antes o después tendremos que lidiar. Si aprendemos a tratar con los miedos, los temores, las angustias y el estrés, tendremos una buena parte de nuestro camino recorrido.
Para profundizar en este tema, vamos a ver algunas de las emociones básicas con las que se suele enfrentar todo emprendedor. El comprenderlas y el ser conscientes de que muchos otros emprendedores han pasado por ellas, nos ayudará a vencer nuestros miedos:
Emociones que influyen en un negocio
• La sensación constante de que todo va demasiado lento. Sobre todo en las primeras etapas de un proyecto.
• Como contraposición, también podremos llegar a tener vértigo, sintiendo que todo avanza a pasos agigantados y que perdemos el control de la situación.
• El síndrome del impostor. Consiste en pensar que todo lo que hemos aportado no ha servido para nada y que constituimos más una carga que una ayuda a la empresa.
• Los problemas para dormir debidos al estrés.
• La resistencia emocional ante aquellas tareas que se detestan.
• El vivir constantemente en una montaña rusa de emociones, ante éxitos y fracasos.
• La inseguridad y el miedo, que pueden llegar a paralizarnos, impidiendo que tomemos nuevas decisiones.
• La soledad del emprendedor, que siente que lucha solo por la causa, pese a estar rodeado de socios y trabajadores.
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