Si alguna vez has oído hablar de la PARADOJA del AHORRO pero no sabes en qué consiste, te lo explicamos en el siguiente artículo.
Como bien se sabe, el ahorro es el excedente de los ingresos financieros
que no está destinado para cubrir gastos y que se reserva para realizar
inversiones o adquisiciones a futuro o simplemente para satisfacer una
necesidad posterior. Para complementar la idea, el ahorro
es el monto resultante entre ingresos económicos y gastos.
El ahorro es un concepto que se maneja en diferentes ámbitos, desde la vida familiar hasta el ámbito macroeconómico (donde involucra a las finanzas de todo un país).
La importancia principal de la acción de ahorrar radica en que con el ahorro se establecen previsiones para el futuro, conformando un capital o monto de dinero que pudiera ser destinado a satisfacer cualquier necesidad, enfrentar alguna eventualidad o ejecutar un plan o proyecto.
El porcentaje de interés que puede ganar tu dinero en un banco dependerá de algunos factores, como el tipo de instrumento financiero en el que lo deposites (cuenta de ahorro, cuenta corriente y montos a plazos fijos, entre otros). Estos instrumentos ofrecen diversos porcentajes de rentabilidad. Otro elemento del cual depende el interés que gane el ahorro en una institución financiera es el porcentaje definido en el mercado financiero, que suele ser variable dependiendo del movimiento financiero en general.
El ahorro es parte fundamental del día a día de las personas, pues éste les permitirá conseguir más eficientemente aquellos objetivos que se planteen en términos monetarios, ya sea comprar una casa, un coche o cumplir un sueño (realizar un viaje, por ejemplo).
El ahorro es la clave del éxito para poder mantenerte unas finanzas personales saludables y así hacer frente a eventos inesperados que amenacen con el bienestar y la estabilidad económica.
Un punto importante en el ahorro es que, para que éste sea positivo y se logren los objetivos deseados, se debe primero establecer un hábito certero y seguido, pues gracias a este hábito, las personas pueden conseguir más fácilmente cumplir sus objetivos financieros establecidos, ya que no verán el ahorro como una obligación, sino como una oportunidad de fortalecerse a nivel monetario.
Este proceso también se le conoce con los nombres de Paradoja de la Frugalidad y Paradoja de la Austeridad, y se atribuye su postulación a John M. Keynes, quien exponía que en situaciones difíciles la reacción natural es recortar los gastos, conduciendo a un menor crecimiento económico.
La acción de ahorrar supone un beneficio individual, como el caso de la vida familiar, donde el ahorro adquiere un papel importante. Pero, paradójicamente (de ahí el término), es contraproducente desde el punto de vista macroeconómico, cuando existe un alto nivel de ahorros en la población, sacrificando el consumo o gasto.
La paradoja del ahorro se da de igual manera en una escala mayor, como en el caso de las relaciones comerciales entre países, cuando un país disminuye el consumo de alguna materia prima que es suministrada por otro país. Es así como se han producido ciclos de recesión a escala planetaria, como por ejemplo cuando los principales países compradores de petróleo reducen su consumo. Esto afecta directamente a las economías de los países exportadores de ese producto, lo que a su vez afecta a la capacidad de consumo de materias que adquieren de otros países.
El proceso contrario, cuando se incrementa el consumo y el dinero que se destina al ahorro es menor, a pesar de que se considera poco apropiado, irónicamente es ventajoso para las economías, ya que se incrementa la producción para satisfacer la demanda, estimulando la economía de un país.
El ahorro es un concepto que se maneja en diferentes ámbitos, desde la vida familiar hasta el ámbito macroeconómico (donde involucra a las finanzas de todo un país).
La importancia principal de la acción de ahorrar radica en que con el ahorro se establecen previsiones para el futuro, conformando un capital o monto de dinero que pudiera ser destinado a satisfacer cualquier necesidad, enfrentar alguna eventualidad o ejecutar un plan o proyecto.
A dónde va el ahorro
El dinero que se ahorra tiende a ser depositado en una cuenta bancaria, donde, según los tasas de porcentajes vigentes, ganan dividendo en intereses, por lo que el ahorro adquiere un incentivo adicional, ya que al ir incrementando el monto depositado, mayor serán los intereses devengados en el banco.El porcentaje de interés que puede ganar tu dinero en un banco dependerá de algunos factores, como el tipo de instrumento financiero en el que lo deposites (cuenta de ahorro, cuenta corriente y montos a plazos fijos, entre otros). Estos instrumentos ofrecen diversos porcentajes de rentabilidad. Otro elemento del cual depende el interés que gane el ahorro en una institución financiera es el porcentaje definido en el mercado financiero, que suele ser variable dependiendo del movimiento financiero en general.
El instrumento del ahorro
El instrumento financiero por excelencia para el ahorro en menor escala, como el que se da en el ámbito de la economía familiar, es la cuenta de ahorro, porque ésta genera intereses sobre los saldos diarios. Además, el dinero está disponible para ser retirado en cualquier momento sin plazos de espera para movilizarlo.El ahorro es parte fundamental del día a día de las personas, pues éste les permitirá conseguir más eficientemente aquellos objetivos que se planteen en términos monetarios, ya sea comprar una casa, un coche o cumplir un sueño (realizar un viaje, por ejemplo).
El ahorro es la clave del éxito para poder mantenerte unas finanzas personales saludables y así hacer frente a eventos inesperados que amenacen con el bienestar y la estabilidad económica.
Un punto importante en el ahorro es que, para que éste sea positivo y se logren los objetivos deseados, se debe primero establecer un hábito certero y seguido, pues gracias a este hábito, las personas pueden conseguir más fácilmente cumplir sus objetivos financieros establecidos, ya que no verán el ahorro como una obligación, sino como una oportunidad de fortalecerse a nivel monetario.
La paradoja del ahorro
La paradoja del ahorro es una situación que se da especialmente en tiempos de crisis, justo cuando la gente recorta sus gastos con la intención de destinar más dinero al ahorro. Al recortar los gastos, disminuye el consumo, y esto trae como consecuencia inmediata menores ingresos para las empresas y el sector comercial, derivando en recortes de personal e incrementando la tasa de desempleo en perjuicio de la economía de un país.Este proceso también se le conoce con los nombres de Paradoja de la Frugalidad y Paradoja de la Austeridad, y se atribuye su postulación a John M. Keynes, quien exponía que en situaciones difíciles la reacción natural es recortar los gastos, conduciendo a un menor crecimiento económico.
Beneficios individuales
La acción de ahorrar supone un beneficio individual, como el caso de la vida familiar, donde el ahorro adquiere un papel importante. Pero, paradójicamente (de ahí el término), es contraproducente desde el punto de vista macroeconómico, cuando existe un alto nivel de ahorros en la población, sacrificando el consumo o gasto.
La paradoja del ahorro se da de igual manera en una escala mayor, como en el caso de las relaciones comerciales entre países, cuando un país disminuye el consumo de alguna materia prima que es suministrada por otro país. Es así como se han producido ciclos de recesión a escala planetaria, como por ejemplo cuando los principales países compradores de petróleo reducen su consumo. Esto afecta directamente a las economías de los países exportadores de ese producto, lo que a su vez afecta a la capacidad de consumo de materias que adquieren de otros países.
El proceso contrario, cuando se incrementa el consumo y el dinero que se destina al ahorro es menor, a pesar de que se considera poco apropiado, irónicamente es ventajoso para las economías, ya que se incrementa la producción para satisfacer la demanda, estimulando la economía de un país.
COMENTARIOS